Tres fósforos
¿Quieren jugar algo peligroso?
Como la ouija o la copa, voy recomendarles uno muy bueno. Pero no quiero problemas. No me hago responsable de lo que les pase… Todo lo que hagan corre bajo su disposición.
Solo necesitas materiales muy simples: tres fósforos con su respectiva caja (obviamente para prenderlos), una hoja de papel, una pluma y, lo más importante, que estés completamente solo en tu hogar, después de la media noche, sin ningún ruido, ya sea del interior o exterior de tu hogar (todo debe de estar en silencio absoluto).
Necesitas elegir un cuarto completamente a oscuras; si alguna luz entra por la ventana, bloquéala, no debe de haber ninguna luz; repito, debe haber oscuridad total (tanta que ni siquiera puedas ver tu propia nariz). Todas las habitaciones deben estar con su puerta cerrada.
Enciende la luz dentro del cuarto seleccionado por periodo de 10 minutos, en silencio; trata de relajarte y preparar tu mente (dudo que puedas). Una vez lo consigas, corta el papel de acuerdo con el número de cuartos que hay en tu casa, exceptuando en el conteo la habitación en que te encuentras (4 cuartos-4 papeles). En cada pedazo escribirás:
YO –TU NOMBRE- LOS INVITO A UNA FIESTA CORDIALMENTE, LA CUAL DURARÁ DE –HORA DE INICIO- A –HORA FINAL.
Te advierto que pongas el tiempo menos posible, cerca de 5 o 10 minutos, no cometas el gran error de poner bastante tiempo. Créeme, te arrepentirías. Toma las invitaciones hechas, e introduce cada papel por debajo de la puerta de todas la habitaciones; una vez hecho esto, regresa al cuarto, toma un respiro y grita:
-¡Son todos bienvenidos a mi fiesta!
Con la luz apagada y a tientas dirígete a la esquina del cuarto, toma la caja de fósforos y trata de prender el primer fósforo. Si este no prende, intenta con otro; si ninguno de los tres fósforos prende, significa que nadie vino a tu fiesta, puedes prender la luz. Pero si algún fósforo enciende es que tienes invitados en tu casa.
Vas a sostener el fósforo en tus dedos, y por lo que más quieras, no mires hacia atrás. Te aseguro que no vas a querer verlos. Ya no hay vuelta atrás, tendrás que aguantar el tiempo establecido, porque será de muy mal educación que termines la fiesta antes de tiempo.
Cuando el fósforo se apague, te vas a empezar a sentir muy mal: ya no estás solo y estarán muy cerca de ti. Aunque esté todo oscuro, no te arriesgues a voltear.
Cuando el tiempo se termine, tú mismo sentirás que tus invitados se han marchado; siéntete en confianza y prende la luces.
Pero todas esas personas que no pudieron aguantar y prendieron la luces no quisieron volver a hablar más del tema: el terror fue tan grande que quedaron marcadas de por vida.
— Via Creepypastas
