Orange Tabby

Allá afuera
Allá afuera

Cuando era pequeño vivía en otra ciudad. No tenía muchos amigos, pero tenía un gatito, Mike. Era un hermoso gato atigrado de un naranjo muy fuerte. De la nada, empezaron a desaparecer muchos gatos en nuestro barrio. Mi abuela dijo que lo más probable era que el culpable fuese un veterano de la guerra de Vietnam, que quedó muy mal de la cabeza. Me dijo que nadie lo molestaría porque era el hermano del alcalde.

Mi gato no era de salir a los techos, creí que eso lo salvaba de esta ola de pérdidas. Hasta que desapareció un martes, volví del colegio y no estaba. No entendía por qué; por hambre no creo que se hubiese escapado, ya que su plato estaba lleno. Mi padrastro no me dejó ir a preguntar a la casa del veterano de guerra. No sé por qué, pero parecía que todos le tenían miedo…

Me quedé semanas esperando a que Mike volviese, miraba la ventana, le dejaba comida en el balcón, pero fue en vano. Estaba muy deprimido, enojado, no entendía por qué debíamos sufrir tal injusta tragedia. Creo que mi mamá notó lo mal que estaba y gracias a eso nos cambiamos de casa.

Un año después de instalarnos en el nuevo pueblo, mi mamá llegó con una gatita. La llamamos Yang porque su pelaje era blanco y negro, era muy hermosa. Esta gata era muy tímida, parecía muda, pero me trajo en ese momento mucha felicidad, conectamos de inmediato.

Un día, mientras hacía mi tarea, sentí maullar a Yang. Me llamó mucho la atención y salí a buscarla, estaba solo en la casa. Llegué hasta el living y vi que estaba arrinconada detrás del sofá, se veía muy asustada. La llamé, pero no se dio vuelta, miraba fijamente hacia la ventana. Me asomé con cuidado y encontré un viejo gato atigrado en el árbol frente a la ventana dándome la espalda. Yang aumentó el volumen de sus maullidos, como gritándome que me alejase de allí. Traté de llamar su atención, ignorando los maullidos de Yang; cuando finalmente se dio vuelta a mirarme, quedé helado. Era exactamente igual que mi gatito Mike, pero sus ojos… estaban completamente negros, no sé si es posible, solo sé que me asustó mucho y lancé sin querer un grito. Me alejé instintivamente de la ventana y mi gatita corrió hacia mí, frotó su cuerpo con mis piernas y se acostó en la alfombra. Quise ver nuevamente al gato de afuera, pero cuando llegué a la ventana ya no estaba allí. Salí de la casa buscando el árbol de mi jardín trasero, pero no había rastros del animal.

Pregunté por todo el condominio en el que vivo y nadie tenía un gato de esas características ni tampoco habían visto uno similar. ¿Habría sido el fantasma de Mike? ¿Que habría querido decirme? Esto pasó hace 5 años y es hoy que me entero que en esa fecha había muerto el famoso hermano del alcalde de mi antigua ciudad. Quise visitar su casa, quizás encontraba una respuesta a todas mis dudas, pero estaba clausurada desde el misterioso incendio que mató a su dueño y con él a todos sus secretos.

— Via Creepypastas

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