LEYENDAS SALVADOREÑAS – Las más famosas leyendas de el salvador

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Leyendas Salvadoreñas 4.4 (88.38%) 229 votes

Las leyendas salvadoreñasson narraciones que las personas de generaciones pasadas han contado una y otra vez a los más jóvenes, para asegurarse de que la cultura tradicional del pueblo del Salvador, se conserve por siempre.

Son bastantes las temáticas que encontramos en estas crónicas. Sin embargo, las que aparecen con mayor frecuencia son aquellas historias que mencionan a criaturas fantásticas que espantaban a las personas, sobre todo en el campo.

Debajo de estos párrafos, hallarás una selección de los mitos más conocidos de este país. Esperamos que sea de tu total agrado. A continuación te presentamos las más famosas leyendas salvadoreñas.

Indice

Leyenda de la Siguanaba

Esta es la leyenda más conocida en el Salvador. En el tiempo en el que las deidades podían ser vistas en la tierra, el dios Tláloc se enamoró perdidamente de una joven y bellísima muchacha al que los aldeanos conocían con el nombre de Sihuehuet (este nombre puede ser traducido al castellano como Hermosa Mujer).

Fruto de ese amor, la mujer dio a luz a un hijo. Sin embargo, la gente la consideraba como una muy mala madre, debido a que dejaba al pequeño solo en casa para salir a pasear.

Por esa razón, el niño sólo se alimentaba de ceniza. Tláloc no tardó mucho en enterarse de lo que hacía la mujer y su enfado fue tanto que le lanzó una terrible maldición.

– A partir de ese momento, ya no serás conocida con tu nombre anterior, sino que todos te llamarán Sihuanaba (o sea horrible mujer). Pronunció el dios de la lluvia.

Vista desde la distancia, la dama parecía muy hermosa. No obstante, en el momento en el que algún hombre se le acercaba, su aspecto cambiaba drásticamente convirtiéndose en un horripilante monstruo.

También la deidad la obligó a transitar por las veredas y caminos rurales vacíos, en busca de hombres trasnochadores, para espantarlos y obligarlos a regresar pronto a su casa.

Existe una manera de librarse de la Siguanaba , aunque es sumamente difícil llevar a cabo el plan sin que nada falle. Lo que debe hacer la víctima que se encuentre cara a cara con ella es aproximarse lo más posible y luego tirarse al piso cerrando los ojos y estirando uno de sus brazos, hasta poder alcanzar uno de los pies de la criatura.

Después de esto, la persona debe jalarlo lo más fuerte posible, para lograr que ella se caiga. Mientras el espíritu maligno permanece en el suelo, el sujeto debe «poner pies en polvorosa».

El Cipitío

Según se encuentra asentada en la tradición salvadoreña, la leyenda del Cipitío es la «continuación» del mito anterior, ya que en esta narración sabremos cuál fue la historia del hijo de la Siguanaba

Al igual que a su madre, el Cipitío también se convirtió en una criatura maldita, ya que Tláloc le lanzó un hechizo para que nunca pudiera convertirse en hombre. Es decir, sin importar el correr de los siglos, siempre seguiría siendo niño.

los adultos mayores del Salvador me contaron una vez que en las casas de la gente que tenía chimenea, se decía que de vez en cuando el espíritu de aquel chiquillo se aparecía.

Y es que al Cipitío, no sólo le encanta comer la ceniza producida por los maderos quemados, sino que también disfruta revolcándose en ella.

La descripción clásica que se tiene de él es la siguiente:

Un pequeño de baja estatura, con un vientre prominente y que además tiene las extremidades inferiores al revés. Esto hace que la gente que por alguna razón intenta seguirle el rastro, quedan perdidos en el bosque, ya que se dirigen al camino contrario.

A diferencia de su progenitora, este personaje no le hace daño a nadie, aunque de vez en cuando puede llevar a cabo una inofensiva travesura. Por último, sólo nos resta decir que, aunque a esta historia se le han añadido y quitado algunas cosas (dependiendo sobre todo de la época) sigue conservando su misma esencia.

El Cadejo

El Cadejo corresponde a una de esas historias que no solamente se conocen en un lugar determinado de Centroamérica (en este caso en el Salvador), sino que existen versiones del mismo relato en otras latitudes como por ejemplo en México.

Es una leyenda de origen indígena en la que se asegura que los canes son los animales idóneos para ayudar al recién fallecido, a arribar a la tierra de los muertos.

A pesar de eso, con la llegada de las tropas españolas a Mesoamérica, dicho mito comenzó a transformarse, pues en versiones posteriores se dice que esta leyenda se usa para ilustrar de una manera clara, el contraste que existe entre «el bien» y «el mal».

Los Cadejos son perros fantasmas más grandes de lo habitual. Generalmente se les puede ver en parejas. Un can es de color blanco, en tanto que el otro posee un pelaje completamente negro.

El galgo de color blanco tiene los ojos azulados y simboliza la luz del paraíso. Es decir, si el alma de un difunto es conducida por éste, encontrará en descanso eterno en muy poco tiempo, pues no tendrá obstáculos para llegar a su morada final.

Sin embargo, si durante ese trayecto se llegara a aparecer el cadejo negro, habría que tomar ciertas precauciones, puesto que a este can se le asocia con el averno.

Su misión principal es la de llevar a almas inocentes al infierno, para complacer a Satanás. La forma en la que los salvadoreños antiguos alejaban a este espíritu del mal, era quemando incienso. (En ciertas regiones de ese país, a esta sustancia obtenida de las plantas se le conoce como Sahumerio).

El consejo que te podemos dar es que, si vas de paseo por el campo, procura regresar a tu domicilio antes de que se oculte el sol, pues a veces los cadejos andan sueltos.

Leyenda de la Carreta Bruja

Se dice que, desde antes del siglo pasado, en algunos poblados del Salvador, cuando el reloj marca las 12:00 de la noche, se puede oír con toda claridad el rechinar de las ruedas de una carreta, que pasa a toda velocidad por las veredas desoladas.

El relato que hoy les voy a compartir, me lo contó un amigo muy querido. Según él, un hombre había ido a visitar a unos parientes. De tan a gusto que estaba en la reunión, aquel sujeto perdió la noción del tiempo, abandonando el domicilio casi a las doce de la madrugada.

Sin embargo, no le dio miedo avanzar por aquel camino oscuro, puesto que desde chico había estado acostumbrado a caminar únicamente alumbrado por la luz lunar.

Avanzó tranquilamente con dirección a su hogar hasta que de momento escuchó los chirridos de las ruedas de un carruaje.

– ¿Quién podrá ser a estas horas de la noche? Le pregunto el hombre a su perro.

Continuó su camino, aún y cuando el sonido de la carreta se hacía más y más fuerte. En el instante exacto en el que pasó por afuera del camposanto municipal, sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y enseguida se persignó.

Ya casi llegaba a su morada, cuando literalmente se le pusieron los cabellos de punta, pues alcanzó a escuchar como los animales de la granja estaban aterrorizados.

De repente y como una ráfaga, vio pasar a la Carreta Bruja frente a sus ojos. El cochero tenía la cabeza de zacate y del interior del carruaje sólo se podía observar un extraño resplandor de color rojizo.

Lo más confuso de esta leyenda es que el hombre no supo cómo ingresó a su casa y más aún, cuál fue el motivo por el que estuvo metido en la cama por más de tres días, con fiebres que superaban los 40°.

La Ciguanaba

Hay quien dice que la leyenda de la Ciguanaba es exactamente igual a la de la Siguanaba (misma que por cierto ya está incluida en esta compilación). Sin embargo, luego de revisar varias fuentes, nos dimos cuenta de que existe un relato distinto al anterior.

Tal vez la confusión generada en la población, se deba al hecho de que, en ambas crónicas, no solamente el nombre es prácticamente idéntico, sino que también integran varios elementos en común.

A continuación, comenzaremos a relatar dicha leyenda, para que tú puedas compararla con la otra.

En esta historia, nos encontramos con que una bella mujer, era pretendida por un cacique. No obstante, la muchacha estaba completamente enamorada de otro hombre.

Esto hizo enfurecer a aquel hombre poderoso, pues ninguna otra chica del pueblo se había atrevido a rechazarle. Encolerizado fue al domicilio de la joven, la raptó y la encerró en una cueva.

En tanto que, al prometido de la muchacha, lo golpeó y finalmente lo tiró al río para que se ahogara.

Luego de innumerables intentos, la mujer logró escapar de su encierro y encontró a un chamán, quien le entregó una pócima para que se convirtiera en un ser inmortal.

Desde ese día, la gente de los pueblos que se encuentran cerca de un río, jura que por las noches una mujer vestida de blanco se pasea por la orilla, buscando el cuerpo de su amado.

Leyenda del Padre sin Cabeza

Por lo que sabemos, hay dos versiones distintas de la leyenda del padre sin cabeza. En la primera se cuenta que un sacerdote se enamoró de una mujer y abandonó la Iglesia para casarse con ella.

Lo anterior visto desde la óptica de la Iglesia, significa que el pobre cura estaría condenado a pecado mortal por la eternidad. Es decir, dejar sus votos de castidad para contraer nupcias.

Mientras tanto, en la segunda leyenda que tiene que ver con el sacerdote descabezado, podemos decir que la gente mayor asegura que hace mucho tiempo hubo una fuerte revuelta en el Salvador y que uno de los padres de la Iglesia fue quien convenció al pueblo para que se levantara en armas en contra del gobierno colonial.

Hubo muchas batallas en las que el cura pudo salir airoso. Sin embargo, en una de las últimas escaramuzas, el ejército español logró apresar a los revoltosos y el padre fue condenado a la pena de muerte.

Además, en dicha narración se deja en claro que el alma del sacerdote, sale cada viernes del año de la Iglesia del Rosario, para hacer un recorrido por las principales calles de la ciudad.

Por otra parte, no sólo en la capital se le ha visto al padre sin cabeza, sino que también en poblaciones tales como Santa Ana o en Cojutepeque.

El Caballo Negro

Las personas que se han encontrado cara a cara con el caballo negro han sufrido toda clase de calamidades. Y es que se dice que este animal no es otro que el mismísimo Diablo, sólo que disfrazado.

Obviamente, Satanás es un ser mitológico dotado de una gran inteligencia, lo que hace que no se presente frente a los mortales como una criatura fea o como una bestia salvaje. Por el contrario, lo hace transformado en un bello corcel de pelaje negro.

Se dice que, durante el siglo pasado, muchos de los hacendados más ricos del Salvador, desaparecían en las noches de luna llena. Sus familiares los buscaban durante mucho tiempo, hasta que, sin explicación alguna, los restos se hallaban esparcidos en los potreros.

Uno de los factores que más me llamó la atención en particular sobre este relato, es que, en el interior de los cuerpos, no se encontraron ni músculos ni huesos, sino solamente zacate.

Hay que recordar que, en los mitos antiguos, los ancianos tenían la creencia de que cuando una persona tenía dificultades financieras o problemas de salud, de alguna u otra manera lograban invocar al diablo para que éste los ayudará a solucionar sus problemas.

Una vez que belcebú era llamado desde lo más profundo del averno, para que se presentara en la tierra, en el lugar de la invocación se formaba un gran remolino.

Después aparecía un bellísimo potro negro, cabalgado por un jinete elegantemente vestido. Ese hombre les concedía algunos de sus deseos a los desdichados, a cambio de que una vez cumplido el contrato, su alma pasaría directamente al infierno sin posibilidad de alcanzar la absolución.

El plazo máximo que el jinete les daba a sus víctimas, bajo ninguna circunstancia era mayor de siete años. Tal vez es por esta razón que ese número siempre ha sido vinculado con la «mala suerte». Si no me crees, recuerda lo que dice la gente que ocurre cuando rompes un espejo por accidente.

La Descarnada

Sabemos que existe una versión «azteca» de esta leyenda. A pesar de ello, sólo pondremos aquella que encontramos en las fuentes salvadoreñas que se revisaron antes de comenzar a redactar este texto.

En el camino que va desde Santa Ana hasta Chalchuapa la gente afirma que se aparece una mujer de aspecto aterrorizante.

Sin embargo, hay quienes se atreven a aseverar todo lo contrario. Es decir que la misteriosa dama posee una belleza nunca vista. Suele pasearse a orillas de los caminos poco transitados.

Viste ropa moderna y provocativa, con el objetivo principal de que los conductores que viajan solos, se detengan a ayudarla. En cuanto una víctima detiene el automóvil, ella se acerca con un caminar pausado y le dice que baje el vidrio de la ventanilla del copiloto.

Acto seguido, la « descarnada » le pide al hombre que la lleve al pueblo más cercano, puesto que es de noche y le da miedo caminar sola por ahí.

Una vez que la mujer aborda el carro, comienza a mirar al sujeto fijamente a los ojos, con el objetivo de que este pierda el control y se estrelle contra una de las bardas de contención.

No obstante, cuando esta táctica no funciona, la mujer les dice que orille en su vehículo y se pongan a contemplar la luna y las estrellas por unos minutos. Ese instante es aprovechado por la aparición para besar apasionadamente a sus víctimas.

De pronto, los hombres comienzan a percibir un aroma nauseabundo y se dan cuenta de que la piel y la carne de la dama comienza a caerse a pedazos, hasta el punto de que la mujer queda convertida literalmente en un esqueleto.

Según lo que se ha podido averiguar, los pobres conductores que han sufrido el ataque de la descarnada, jamás logran recuperar de nueva cuenta la razón, ya que su mente queda seriamente dañada para siempre.

Se desconoce si esta mujer fue alguna bruja o simplemente una pobre mujer que fue asesinada en una carretera y que ahora quiere cobrar venganza. De esta manera termina una de las leyendas salvadoreñas de terror más espeluznantes.

El Duende

Cierto día una muchacha de nombre Graciela a quien todos en el pueblo cortejaban, se hallaba desayunando unos frijoles con tortillas. De repente, cayó un trozo de pared sobre la comida.

Sin embargo, ella no le prestó la más mínima atención a ese hecho y siguió disfrutando de sus alimentos, hasta que llegó su abuela y le contó lo sucedido.

Después de escuchar las cuitas de su nieta, la anciana la miró fijamente y le dijo:

– De verdad que es el colmo Graciela. ¿por qué todo lo malo del mundo te tiene que suceder a ti siempre?

Más tarde la joven se fue a lavar la loza. Mientras se encontraba lavando unas ollas, sintió como le cayó un poco de tierra del techo. No obstante, continuó como si nada hubiera pasado hasta que terminó todos y cada uno de los quehaceres y tareas que le había encomendado su abuela.

Cuando al fin terminó, se sentó en una silla y encendió la luz para leer una revista, en lo que llegaba la hora de la siesta. El reloj marcaba las 7:00 de la noche, cuando una teja del techo se cayó muy cerca de donde estaba ella. El impacto hizo que el caliche quedara convertido en polvo.

Todos los presentes (los padres de la chica, su abuela y hasta una vecina) se sorprendieron al ver que en el piso había quedado una marca.

Indignado el padre de Graciela se levantó de su silla y dijo:

– ¿Quién demonios será el travieso que está arrancando las tejas de mi techo?

Antes de que el hombre siguiera hablando, fue interrumpido por su hija, quien le comentó lo que le había pasado en la mañana y por la tarde.

– ¿Quién podrá ser? Realmente no tengo idea. Mencionó la madre.

Esa misma noche, un grito de Graciela hizo que las luces se encendieran de improviso en el domicilio. El papá de la muchacha se levantó corriendo de su cama, tomo un palo y fue a revisar cada rincón de su hogar, con la esperanza de hallar a quien estuviera merodeando dentro de su propiedad.

Tras registrar la casa dos veces, el hombre volvió a su alcoba, puesto que no halló a nadie.

Más tarde, aproximadamente a las 10 30 de la noche, se escuchó un fuerte ruido.

– ¿Qué ha sido eso? Pareciera como si los trastes que estaban guardados en la alacena se hubieran caído el piso. Dijo Graciela en voz alta.

Luego de tantos sustos, ya nadie podía dormir. Por la mañana, todos notaron algo muy extraño, el agua de la pileta que usaban para bañarse, usualmente estaba helada, por lo que tenían que calentarse al fuego, para poder bañarse.

Sin embargo, ese día el vital líquido se encontraba a una temperatura bastante agradable, casi igual que ocurría en el verano.

Al final el misterio fue descubierto, cuando el padre notó que en la tierra había unas extrañas huellas, muy similares a las que deja el duende.

El duende es un personaje que aparece en algunas leyendas de el Salvador. Los historiadores dicen que se trata de un ente que no le hace daño a nadie, pero que invariablemente se enamora de las muchachas más bonitas del pueblo.

Además, se cree que no deja de hacerles «travesuras» hasta que encuentra algo negativo en ellas.

La Flor de Amate

En las provincias salvadoreñas se tiene la creencia de que el árbol de Amate encierra cierto misterio. Por ejemplo, una de esas leyendas dice que la persona que se siente a su sombra, será espantada por un espíritu durante la noche.

No obstante, de todas las historias que conocemos, aquella que versa sobre la flor de amate , merece ser escuchada con detenimiento. La gente asegura que solamente los infantes y las personas sordomudas, son los únicos que pueden verla.

A veces aparece en las noches de luna llena y para cogerla lo que debes hacer es tener a la mano un pañuelo blanco, puesto que, si la envuelves en él, la flor jamás se escapara.

Quienes sean los afortunados que puedan atraparla, tendrán un largo periodo de buena suerte. Sin embargo, hay que tener cuidado de que la flor no desaparezca, ya que si lo hace la fortuna se irá inmediatamente junto con ella.

El secreto para atraparla, reside en el hecho de que debes colocarte en el lugar exacto en donde caerá la flor, el día indicado a las 12:00 de la noche.

En otras versiones se menciona que, para poder obtener la flor de amate, hay que desafiar a Satanás a una pelea. En el caso de que el «retador» gane la contienda, le serán concedidos todos sus deseos y tendrá una vida larga y plena.

Por otro lado, si el sujeto resulta vencido por el Diablo, su alma será conducida al infierno, para permanecer ahí por toda la eternidad.

Como último dato curioso, sólo nos resta comentarte que este árbol sólo crece en las zonas geográficas del Salvador en donde hay una temperatura cálida, durante la mayor parte del año.

Chasca del Agua

La leyenda comienza contándonos que hace muchísimo tiempo vivió en «Barra de Santiago», un jefe indio, mismo que era conocido como un hombre muy malo, aunque con muchas riquezas.

Él ya había arreglado el matrimonio de su hija con el príncipe de una tribu cercana. Por cierto, todos conocían a la muchacha por el nombre de Chasca.

Un día mientras caminaba por la orilla de la playa, la muchacha conoció a un apuesto pescador de nombre Ayacetl. Entre los dos surgió lo que ahora conocemos como «amor a primera vista». Es decir, en cuanto cruzaron miradas, ambos quedaron profundamente enamorados.

Tal y como te lo puedes imaginar, el padre de Chasca, de ninguna manera aprobaba el romance, ya que además tenía todo listo para el casamiento de su primogénita.

Sin embargo, la joven se levantaba muy temprano y lograba escabullirse hasta llegar a la orilla de la playa, en donde ya la estaba esperando Ayacetl, subido en su balsa.

El muchacho se acercaba lo más que podía a ella y comenzaba a cantarle distintas melodías de amor, mismas que endulzaban su alma y su corazón.

Pasaron algunas semanas, hasta que el padre de la chica se enteró de lo que ocurría. De acuerdo con lo que me cuentan, fue una fría mañana en la que Chasca aguardaba la llegada de su amado, cuando de momento se escuchó en el viento el silbido que produce una flecha cuando es disparada.

El hombre cayó muerto en ese instante, puesto que el disparo había dado certeramente en su corazón. Segundos después, las olas del mar se comenzaron a teñir de color carmesí.

Desde luego, los sollozos de una joven mujer, rompieron el silencio sepulcral de ese instante. Era Chasca quien había presenciado el asesinato sin poder hacer nada.

El dolor que sentía en su alma por haber perdido al amor de su vida, hizo que la chica tomara la decisión de acompañarlo al más allá. Sin pensarlo mucho, tomó una pesada piedra y la ató a su cintura.

Después se metió al mar y comenzó a nadar tan fuerte como pudo, hasta que las olas comenzaron a arrastrarla hacia adentro. Luego de ese suceso, los pescadores que vivían en aquella zona, comenzaron a contar relatos en los que supuestamente se podía ver justo en las noches de luna llena, a una mujer vestida con un traje elaborado con plumas blancas, quien se pasea por el mar en una canoa del mismo color.

Por eso, aún en la actualidad, la gente que vive en Barra de Santiago conoce la historia de Chasca, la diosa del agua.

El Justo Juez de la Noche

El justo juez de la noche es el mote con el que se conoce a uno de los personajes más populares de las historias salvadoreñas. Esta criatura mitológica se les aparece a las personas que transitan por caminos campestres en las madrugadas.

Aquellos que aseguran haberlo visto, dicen que se trata de un jinete con un traje de color negro, que además monta un brioso corcel del mismo color. Este individuo, tiene en su mano derecha un fuete para golpear a todo aquel individuo que se cruce en su camino, aún y cuando no haya cometido ningún pecado.

Hay quienes aseveran que es un sujeto de baja estatura que no tiene cabeza. Sin embargo, esa característica no se puede notar a simple vista, pues del traje brota un humo denso que hace que todos los objetos al derredor del jinete queden oscurecidos o se vean opacos.

Los expertos dicen que esta leyenda procede de la época en la que todavía el Salvador era una colonia española. En aquellos días, una de las principales órdenes del virrey era justamente que durante las noches los caminos se mantuvieran vacíos.

Quizás por eso, la gente comenzó a creerse la historia de que un jinete se aparecía de vez en cuando, para castigar y advertir a aquellos trasnochadores que no siguieran con ese tipo de vida.

Por último, lo de «juez justo» tiene que ver con que no importaba la gravedad de la falta que se hubiera cometido, ya que todos recibían la misma cantidad de golpes. No importando si la víctima había hurtado algo o simplemente por beber algunas copas de más.

La Cuyancúa

La Cuyancúa es una criatura de aspecto aterrorizante. Se trata de un monstruo que es una mezcla entre una víbora y un cerdo. En la cultura maya, este monstruo ya era conocido, pues se le asociaba como el mensajero de las lluvias.

Dicho de otro modo, cuando los campesinos pedían que se acercaba la Cuyancúa, sabían de inmediato que ya venían los temporales.

Por lo que se sabe, la zona en donde aparecía con mayor frecuencia era en la región norte de Izalco, sitio en el que la tierra temblaba al mismo tiempo que se escuchaba un tenebroso chillido.

Esta criatura no puede caminar, por lo que se arrastra moviendo fuertemente la tierra que se encuentra a su paso. Las personas mayores que aún dicen escucharlo en las noches de tormenta, se ponen a orar de inmediato, pues saben que se vienen tormentas muy fuertes.

En la actualidad, esta leyenda salvadoreña se ha convertido en un elemento más de atracción turística, pues se les invita a los extranjeros a acudir al balneario de Atecozol en donde los lugareños dicen que se encuentra la nueva morada de la Cuyancúa.

Otra parte del relato, nos dice que esta criatura no anuncia la llegada de catástrofes naturales a las comunidades salvadoreñas, sino que es un animal capaz de crear nuevas vertientes de agua.

Dicen las narraciones antiguas que este ente se echa en una parte seca del terreno y luego de un rato, debajo de él comienza se forma un yacimiento de agua fresca, pura y cristalina.

¿Cuál de estas dos versiones de esta leyenda del Salvador prefieres?

Nuestra Señora de Santa Ana

La leyenda nos cuenta como un grupo de indígenas iba en peregrinación cargando una imagen religiosa en dirección al pueblo de Santa Ana. La noche surgió antes de lo previsto, lo que hizo que los peregrinos decidieran pasar la noche en aquel sitio.

Se acomodaron en una ceiba de gran tamaño que estaba ubicada en el lugar que anteriormente era conocido como Sihuatehuacan.

Al día siguiente, en cuanto salió el sol, los hombres que cargaban la imagen de la virgen decidieron proseguir su camino, pues de lo contrario no llegarían a tiempo a la Iglesia en donde debían colocarla.

Sin embargo, al intentar levantarla del suelo, se dieron cuenta de que no había poder humano que la moviera.

Fue entonces cuando una mujer sugirió que se levantara ahí mismo una capilla en donde dejar a la imagen, puesto que era un deseo divino el que ella permaneciera ahí.

Otra leyenda de nuestra señora de Santa Ana , cuando ocurrió el suceso conocido como «La Revolución del 44», uno de los ejércitos estaba a punto de rendirse, pues se les habían acabado las municiones y sus armas tampoco estaban en buen estado.

De pronto, uno de los militares pudo ver cómo se acercaba una bella mujer que llevaba resguardado un bulto en su delantal. La dama se acercó a los soldados y sacó un cántaro de agua y les dio de beber a todos. Milagrosamente la batalla acabó a favor de ellos.

La Mona Bruja

Con esta breve crónica finalizamos el listado de las leyendas salvadoreñas. De acuerdo a lo que se creía antiguamente, las «Monas» eran una especie de hechiceras que por medio de algunos rezos y conjuros eran capaces de transformarse en una criatura muy similar a un chimpancé, sólo que del tamaño de un orangután.

Se decía que la Mona Bruja era la más importante de todas ellas y tenía la peculiaridad de poder correr a gran velocidad o saltar entre las copas de los árboles, para alcanzar a sus enemigos velozmente y generalmente atacarlos por sorpresa.

Los combates de las monas eran algo horripilante, ya que mientras peleaban, estos entes malignos no dejaban de reírse de manera escalofriante. Los alaridos lanzados por ellas, hacían que sus víctimas se quedarán paralizadas por el pavor que sentían.

Los pocos afortunados que lograron salvarse de estas bestias, perdieron el alma para siempre.

Esperamos que hayas disfrutado esta recopilación de leyendas de el salvador.

Te invitamos a leer también:


Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts