Las Cronicas de la Luna Roja

La Diestra de Èacos Soldado “Eternidad, Inmortalidad, Vida eterna “…….son deseos infantiles, efímeros, meros anhelos sin fundamentos sólidos; porque el miedo a la muerte? Nos preguntamos, cada momento que pasa en nuestras eternas y aburridas existencias nos cuestionamos preguntándonos si siquiera la vida misma tiene algún significado que podamos comprender? Al recostar mi cabeza en el espaldar de aquella enorme silla de caoba y cerrar mis cansados ojos mi mente vuela entre los eternos recuerdos de mi larga y prolongada vida, recuerdo el viento helado de aquellos nublosos bosques , el caer de las gotas de rocío sobre mi pálida tez cual jugueteaba deslizándose por mi mejilla hasta tocar mi barbilla y morir sobre el hierro de mi armadura, recuerdo tan bien aquellos ronquidos molestos de mis compañeros de armas, los chistes perversos de Héctor alrededor del fuego de una fogata , el olor del jabalí sobre aquel fuego tan deliciosamente fiero. También recuerdo las batallas sangrientas en contra de aquellas bestias cubiertas con pieles de lobos y osos, con hachas de piedra y espadas mal forjadas sin nada que protegiese sus desnudos pechos, la sola idea de atravesar aquella espada con mango de bronce , bordados de caballos españoles en aquellas fieras humanas me hacia hervir la sangre esperando la anhelada alba para que la carnicería empezara sin mas preámbulos; No podía dormir , por el éxtasis que me provocaba soñar despierto con aquellos charcos de sangre en los suelos y los cuerpos de los vencidos cayendo lentamente a su encuentro con el dolor en el tártaro……..Dolor indescriptible , gritos , muerte…..para un soldado eso era el paraíso. Adoraba saquear a las aldeas bárbaras que se establecían en los bosques húmedos, me encantaba sacar a rastras de los pelos a las mujeres y dárselas a mis compañeros como un bocadillo de media noche, saboree la sangre en mi espada pasando mi lengua por su filo después de penetrarle el corazón a un enemigo, éramos invencibles o al menos eso creíamos nosotros. Una noche, cuando la luna se cernía rojiza en el firmamento decidí contemplarle mientras afilaba mi leal espada, cuando un susurro lleno mis oídos y con el viento se esparció entre los gigantescos árboles haciéndose mas fuerte ………..me decía , acércate a mi…….te estoy esperando …………ven ……….ven

La oscura silueta de una delicada criatura se poso frente a mi, escapando y escondiéndose, como jugueteando conmigo entre risillas picaras pude ver su cabello largo y rizado mientras saltaba de lado a lado tratando de esconderse de mi. Camine hipnotizado por su voz sensual la seguí hasta un claro donde descansaban los vestigios de un antiguo templo; hay estaba, una mujer de cabellos dorados tan suaves y brillantes como hilos finos de heno, su piel tan pálida y delicada como la arena del mar, sus ojos como dos enormes piezas de oro vestida con un velo casi transparente que me permitía ver todo su hermoso ser , cautivado y conmovido por tal belleza me acerque sin precaución a esta pequeña criatura la cual solo me sonrió y sus delicadas manos tocaron mi rostro , deje caer mi espada al suelo dejándome idiotizar por sus caricias a mi cabello negro , cerrando mis ojos me deje caer de rodillas al suelo. ………que no termine………por favor…….que no termine

Me decía mientras ella me desvestía sintiendo cada dedo rozando mi endurecida piel, sentí como ella me lanzo al suelo y se poso sobre mi sentada en mi estomago bailando sensualmente moviendo su cuerpo como aquellas serpientes encantadas por los flautines de aquellos que en los desiertos vivían. Yo no podía esperar, el tome de sus caderas sintiendo el movimiento de las mismas, imaginándome cada cosa, La noche era nuestra testigo. En medio de aquel frenesí de pasión desenfrenada, sentí un leve empujón en mi pecho un dolor agudo como si hubiese atravesado una espada en el y abriendo mis ojos completamente vi a aquella ramera rubia con mi corazón en su mano, latiendo, sangrando y ella solo podía reír mostrándome finalmente cuales eran sus verdaderas intensiones; Un demonio de la noche me había arrancado el corazón , levanto mi corazón en su mano y abrió su enorme boca llena de enormes colmillos mordiéndolo y destruyéndolo lentamente, Yo solo podía sentir el dolor indescriptible y la cercanía de la muerte. Riendo burlona la bestia se abalanzo en mi contra y con su increíble poder destruyo todo mi cuerpo haciéndolo pedazos, percibía el dolor inmenso de ser desmembrado en vida y en mis pocos pensamientos la luna roja se posaba solo para mi , como verdugo de mis acciones , ahora lo entendía , esto es una venganza……. Una venganza hacia las muchas vidas que había tomado como soldado del emperador de Roma, Mujeres…niños……….ancianos…….. Todos ellos enviaron a este demonio a matarme?

Ese fue mi ultimo pensamiento y con el mi vida se desvaneció.

— Via Creepypastas