La niña del pozo
Desde que estaba en primer grado en la escuela, los chicos de los grados más altos siempre relataban que en el gran pozo del colegio rondaba el espíritu de una niña muerta. Explicaban que la niña había muerto a causa de haber caído accidentalmente al pozo al acercarse demasiado y tropezar por accidente, cayendo adentro.
Ya habían pasado unos años de escuchar la misma historia, yo ya estaba en séptimo grado. Una mañana, a unos compañeros se les ocurrió invocar al espíritu de la niña del pozo, unos pocos tuvieron el valor de ir y yo estaba entre esos.
Decidimos ir de noche, ya que bachillerato daba clase esa noche y las puertas estarían abiertas. Ya estábamos ahí, y teníamos todo lo necesario para invocar al espíritu, velas, etc… Sólo teníamos que tener en cuenta que las puertas cerraban a las 10 de la noche. Bueno, a mitad de la invocación, uno de mis compañeros sintió que algo le rozó la nuca y se asustó. De repente, el espacio comenzó a enfriarse, lo que fue realmente extraño, ya que esa noche hacía muchísimo calor. De repente empezó a soplar una fuerte brisa que movía las hojas de los árboles, momentáneamente, el motor del pozo comenzó a sonar, pero el agua perdió su color natural, comenzó a tener un color medio rojizo, muy oscuro, y el aire se inundó en un olor cobrizo. En ese momento, escuchamos un grito espantoso, nos dimos la vuelta y, sí, ahí estaba la niña, con el viejo uniforme de la escuela, tan rasgado y descolorido que parecía un trapo, su pelo estaba despeinado y ella yacía descalza. Salimos corriendo y miramos la hora, lo que fue una desagradable sorpresa, eran las 10, la puerta principal ya estaba cerrada. Dimos la vuelta y logramos salir, uno de mis amigos no lo logró, creo que la niña se lo llevó.
No volvimos a hablar de lo ocurrido aquella noche jamás, aunque he de reconocer, que sigo sufriendo pesadillas casi todos los días, ya que sé que ella está en algún lugar, observando.
— Via Creepypastas