El cuervo junto a mi ventana

Son las 4:15 a.m de la mañana, entre sueños trato de ver hacía mi ventana que pasa, y con la vista algo distorsionado por el sueño logro ver un ave aleteando en ella. No distingo muy bien que podrá ser así que tras decir un “SHHH SHHH FUERA!!” me acomodo de nuevo en mi cama y me vuelvo a dormir.

Me despierto tras el sonido de la alarma y el hermoso grito de mi madre diciendo “APÚRATE O LLEGARÁS TARDE A LA ESCUELA!” me visto tan rápido como puedo y bajo por el desayuno, y en ese momento le comenté que posiblemente una paloma estaba en mi ventana por la madrugada. Ella me dijo que no era nada del otro mundo, las palomas se posan en las ventanas y empiezan a jugar con sus alas.

Pues bien, nada del otro mundo. Fui a la escuela que por cierto casi llego tarde, me senté como de costumbre en la parte de atrás. Mis amigos y yo estábamos discutiendo sobre un tema aparte. El maestro llegó y todo el mundo tranquilo, lo común, ¿verdad?

El caso es que ese día no fue algo común, tras estar copiando la clase escuché los aleteos de un ave en la parte delantera del salón de clase. No podía distinguir que era, solo me di cuenta que era el único que trataba de ver al ave. Esos aleteos me recordaba a la experiencia que viví en mi habitación, era algo raro, pero lo más raro es que al profesor no parecía incomodarle esos aleteos fuertes. Ahora que lo recuerdo creo que ni siquiera sabía que había un ave ahí, era el único que miraba a todos e incluso al maestro mientras hacía esos sonidos en la ventana. Parece que nadie la notaba, me pareció raro.Volví a casa y al ver que no estaba mi madre me dispuse a tomar una siesta en mi habitación mientras ella llegaba.

Pasaron 30 minutos después de estar dormitando y estar a la expectativa de que mi madre llegara, y me quedé dormido.Tras el cierre de mi puerta de mi casa desperté ya que sabía que era mi madre, y efectivamente ella gritó mi nombre para que bajara a la cocina y poder por fin almorzar. Después de quitar la manta de mi cuerpo, salió una pluma despedida al aire. Era negra como la noche, y la tomé del suelo, la puse encima de mi cama, y bajé porque tenía mucha hambre.

Mientras almorzaba le conté a mi madre lo sucedido en la escuela y lo que me acababa de pasar en mi habitación. Esa paloma de alguna forma había entrado a la casa y la prueba de ello es que había una pluma. Ella me dijo que fuera a traerle la misma, fui corriendo a buscarla y no estaba. Levanté la manta, la sacudí y no aparecía. Bajé algo confundido a mi cocina para decirle a mi madre y ella solo dijo que quizá lo vi entre sueños o algo, que ya no le diera mucha importancia, es solo una paloma que nos podría pasar.

Pasé toda la tarde jugando en el ordenador, y ya era las 7:00 p.m, tenía que ir a cenar. Casi ya al tratar de salir de mi habitación, oí un ruido extraño en mi ventana otra vez. Volteé para ver que sucedía y por fin lo vi, no era una paloma, era un cuervo que con sus alas producía un ruido que no era normal en ninguna ave. Yo solo podía verlo algo asustado, y este solo miraba mi rostro mientras sus alas hacían ese sonido como si un hueso se estuviera triturando.

Mi madre me llamó para que me apresurara para la cena, solo fue 2 segundos que me tomó voltear la mirada del cuervo para decir a mi madre que viniera y volver a ver hacía la ventana. El cuervo ya no estaba, mi madre subió algo preocupada, y le conté exactamente lo que vi, pero ella solo me dijo que era un ave y nada más, que cerrara muy bien la ventana y punto.

Esa noche me fui a dormir muy temprano. Empezó a llover a eso de las 10:00 p.m., mi madre me dio las buenas noches y ella misma cerró mis ventanas y se fue a su cama. Traté de dormir y pero no podía, la imagen del cuervo estaba en mi cabeza y ese sonido tan extraño que no sale de mi mente. Luego de estar así con algo de tiempo por fin logre dormir.

Me levante ahogándome, tosiendo con fuerza como si algo hubiera entrado en mi boca y me quitaba el aire. Empecé a toser muy fuerte y sentí que algo estaba en mi garganta, metí mi mano y saqué una pluma negra. Vomitaba sangre, pero no era sangre común, era negra tan negra que casi se asemejaba a la pluma y entonces me desmayé…Desperté como a las 3:50 a.m. en un charco de sangre, y recordé lo que pasó. Escupí sangre. Estaba asustado. Me levanté como pude y fui a la habitación de mi madre, toqué y toqué pero ella no dio respuesta así que entre y…

La vi, en su cama en un mar de sangre aún corriendo por su garganta. Fui hacía ella perturbado y entre el cuchillo que estaba en su pecho, vi una pluma negra y ahora los recuerdos empiezan a bombardear mi mente, fui yo quien la mató…

El cuervo no era un ave, era mi subconsciencia mi otro yo, por eso es que nadie notaba el cuervo en clase, por eso solo yo podía verlo, solo yo… Lo único que me queda es esconder el cuerpo de mi madre y seguir con mi vida. Mientras mi otro yo hace de lo suyo por las noches o cuando a él le plazca.

Ha pasado mucho tiempo desde ese entonces, ahora escribo esto con la pluma negra del cuervo, mientras él aún sigue en mi ventana.

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— Via Creepypastas