El campo de maíz

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

A Egon siempre le fascinó saber todo sobre el Universo, ya desde muy pequeño coleccionaba todo tipo de información que encontraba al respecto, sea literatura, revistas científicas, material audio-visual, estudios astronómicos, fotos, reportajes, en fin; en general amaba y le apasionaba de gran manera el tema, se caracterizaba por estar siempre en búsqueda de la verdad de sus orígenes y de su constitución, se maravillaba al observar desde su telescopio personal la inmensidad de la vía láctea, el sistema solar, las estrellas y los innumerables objetos y cuerpos celestes que podía apreciar. Era erudito y muy conocedor de todas las teorías que hablaban sobre su evolución, sobre su expansión, sobre su nombramiento como un “Todo”, es decir que en si mismo encierra tiempo, espacio, energía, materia y los orígenes de la vida y la existencia. Era realmente increíble el conocimiento que poseía y manejaba, el cual lo hacía diferenciarse de sus amigos y colegas, a pesar de todo, era un ferviente defensor de la tesis que era prácticamente imposible que existiera vida en otros planetas, aunque conocía el grado de majestuosidad que tenía el Universo y los insondables secretos que aún eran inalcanzables y desconocidos para la mente y el conocimiento humano, pero pese a todo, simplemente no creía en vida extra-terrestre…

  • Egon despierta, ya estamos por llegar! -decía Frank, el amigo de Egon, mientras conducía su vehículo-

Ambos amigos se encaminaban hacia los campos de maíz del este de la ciudad, los cuales eran conocidos por los reiterados avistamientos de tipo OVNI que solían ocurrir en ese sitio. Frank era un amante de la Ufología, lo que lo hacía un inagotable buscador de huellas y vestigios de tipo no identificables. Egon a pesar de no creer, accedió a la invitación y a la gran aventura de su camarada.

  • Como vez acá estamos! los conocidos campos de maíz.

  • Espero no perder mi tiempo en este lugar…

  • Egon amigo! no te preocupes! que hoy tengo la sospecha que cambiaras tu forma de pensar…

  • Bromeas! si solamente vengo a este lugar para acompañarte y reírme un poco de tus locuras…

  • Que gracioso! pero no te burles de los que pensamos distinto a ti, además tú sabes que yo creo que hay vida intergaláctica…

  • Por eso mismo pierdes tu tiempo! acaso no sabes que es muy difícil que pueda haber vida fuera de la Tierra…

  • Tal vez sea cierto! quien sabe! pero ten en cuenta también que a pesar de las difíciles condiciones que sería vivir en el espacio exterior, también hay millones y millones de planetas y sistemas solares que aun no se han descubierto…

  • Si claro, entiendo eso! pero de ahí a que exista vida en otro lugar… eso es otra cosa…

  • Bueno, bueno, bueno! no se hable más y manos a la obra, que ya esta oscureciendo y tenemos mucho que hacer! -replicaba Frank mientras comenzaba ha introducirse al imponente campo de maíz-

Egon solo seguía los pasos de su amigo, mientras este avanzaba raudamente entre las gigantescas espigas que formaban el gran campo…

  • Egon amigo! sígueme muy de cerca que ya casi esta oscureciendo y además fácilmente podrías perderte dentro de toda esta extensión… – Es realmente grande este lugar!

  • Si claro! ten en consideración que estos campos tienen una longitud mas menos de 6.5 millas, así que como te imaginaras sería muy fácil que te perdieras dentro…

  • Tan fácil como desaparecer dentro de un agujero negro y estar vagando para siempre en un universo paralelo! -mencionaba Egon mientras que con dificultad se abría paso en medio de las espigas del campo-

  • Eso es verdad! pero tu crees en un universo paralelo? -preguntaba Frank-

  • Si hablamos del tema de los agujeros negros, entonces podríamos estar hablando que tal vez existan indicios de un universo paralelo con realidades y simetrías independientes a la nuestra…

  • Entonces si crees en eso! Por que no crees que quizás podría haber vida en otro lugar!!!… además que si nunca te abres a esas posibilidades, con mayor razón siempre dudaras de todo y analizaras todo con el ojo científico y de acuerdo a tus parámetros de conocimiento en lo tangible… Egon… Egon… Egon?… Egoòooooon!!!

Observando luego hacia atrás, Frank se percató que Egon no se encontraba junto a él…

  • Egoooòoooon! -seguía gritando Frank al no encontrar a su amigo…

Encendiendo su linterna producto de la insipiente oscuridad, comenzó a retroceder su paso…

  • Fraaaaaank! -se dejo escuchar la voz de Egon muy quebradiza y a lo lejos-

Enseguida Frank comenzó su ligero trote con dirección hacia los gritos, pero nada, había perdido por completo el rastro de Egon…

II

  • Fraaaaaank! -gritaba desesperado Egon al verse perdido dentro del gigantesco campo de maíz-

En su interior trataba de decidir que hacer, su móvil no presentaba señal y las baterías de su linterna se estaban prácticamente agotando…

  • Que fue esooooooooooò!!! -meditó atemorizado mientras observaba que inquietantemente se movían las espigas delante de él y que no lo hacían por efecto del viento…

Luego un fugaz ruido a sus espaldas…

  • Mierda!!! -vocifero agudamente mientras daba una media vuelta-

Ahí estuvo quieto un instante preguntándose que estaba pasando mientras su respiración se agitaba y su piernas comenzaban a paralizarse, algo lo observaba, a cada instante y en cada movimiento… alguien extraño se encontraba justo por detrás de él… no tuvo valor para mirar hacia atrás… sentía una leve respiración por la nuca… el pulso comenzaba a fallar… las extremidades no respondían… la sensación de pánico era horrenda… algo ilógico estaba por ocurrir…

Una potente luz le hizo llevar sus dos manos hasta su rostro por el efecto de la emanación y la intensidad de su fulgor, la cual alumbró todo el campo de maíz en ese instante, con dificultad trataba de respirar y de mantenerse en pie mientras que la luz se acercaba más y más a él, cada vez más… hasta quedar muy cerca… hasta el punto de que Egon desapareció completamente en medio de ella…

Frank embobado miraba desde lejos y desde otro sector del campo, veía lo que sus ojos siempre habían añorado observar, un encuentro del tercer tipo, un acercamiento directo con un OVNI, siempre esperó ese momento en el cual estaría cara a cara con lo desconocido. Sin pensarlo dos veces corrió a gran velocidad hacia la brillante luz, estaba encandilado por el gran espectáculo que apreciaba, su mayor sueño se estaba volviendo realidad, solo deseaba acercarse lo más posible… lo mas cerca posible… tan cerca… hasta el punto de ser igualmente abducido…

III

Muy lentamente Egon comenzaba a despertar, todo era confuso en su cabeza y solo recordaba imágenes vagas en su mente. Despacio comenzó a mover su cuerpo, pero algo parecía detenerlo, echando un breve vistazo hacia sus manos y sus pies se percató que estaba inmovilizado por una especie de campo energético, era una tecnología totalmente avanzada y nunca jamás vista, luego mirando de reojo hacia un costado quedó aterrado al observar a Frank que lo miraba fijamente a los ojos, estaba igualmente inmovilizado sobre un lecho, pero con su tórax totalmente abierto dejando ver todo su interior, Egon conmocionado apreciaba que algunos órganos de su amigo estaban desparramados en algo que parecía ser una gran incubadora, sin duda algo o alguien estuvo experimentando con él. Desesperado trató de huir de algún modo, pero era inútil poder escapar de algo que era desconocido, no tenía herramientas ni conocimiento alguno de donde se encontraba en ese momento…

Tres sorprendentes seres entraron en la habitación en donde se encontraba Egon, los alienígenas eran excepciónales, tanto en envergadura, presencia y conocimiento; presurosamente se acercaron y llevaron hasta la frente de Egon una especie de sonda que podía leer todo registro almacenado en su mente, tanto recuerdos como pensamientos, increíblemente en tan solo unos pocos segundos conocieron toda su vida a través de esa maquina.

Posteriormente lo llevaron hasta un recinto abierto, parecía ser una gran extensión de piedra y polvo. En ese lugar Egon pensaba que correría la misma suerte que Frank, que acabarían con su vida y posteriormente ensayarían e investigarían con su cuerpo. Eran sus últimos instantes de vida y solo se dedicó a observar el asombroso y sublime paisaje que lo rodeaba: atónito apreciaba al mirar hacia el cielo como miles de planetas y pequeños soles estaban prácticamente encima de sus narices, se parecían a la Luna, pero eran miles y miles que orbitaban casi como satélites naturales, todo acompañado de unos gigantescos cometas que cruzaban de un lado para otro, incluso daba la impresión que colisionarían con las inmensas naves espaciales que adornaban el cielo, naves que flotaban sobre su propio eje y que iban y venían en fracciones de centésimas, prácticamente a la velocidad de la luz, la vista que tenìa era increíble y privilegiada, casi sacada de las mismas revistas de ciencia ficción que coleccionaba cuando pequeño, por eso sabía que se encontraba muy lejos de su hogar, lejos de la Tierra, quizás en un planeta distinto, en una galaxia muy lejana o tal vez solo en una dimensión paralela, aquel celestial y excelso panorama que observaba sin duda que no era parte del mundo en el cual estaba acostumbrado a subsistir, sin duda estaba frente a lo que siempre soñó vivir y conocer, pero a la vez eso se transformó en su mayor miedo y terror, simplemente por el hecho que al estar ante otra perspectiva del Universo, ante uno de los secretos mejores escondidos por parte del cosmos y el espacio, se sintió como una simple gota de agua en medio de un gran océano, como lo mas pequeño e insignificante que pueda existir, todo lo que creía ser solo era un mero privilegio obsequiado por algo o alguien supremo, inalcanzable he inexplicable para la razón y el intelecto humano, incluso los seres que lo mantenían cautivo eran muy superiores a él. En silencio esperó el desenlace final, solo en silencio ya que la ocasión lo ameritaba, siempre para todo tenía una explicación, para todo… pero para esto?… mejor solo guardar silencio, mejor no dar ninguna opinión lógica, ecuánime ni probable…

… Uno de los alienígenas abrió a su paso un gigantesco pórtico, era una prisión inter-dimensional, una prisión sin tiempo y con un espacio infinito en medio de la oscuridad, instalada en pleno firmamento, Egon fue arrojado a ese lugar, arrojado solo al vacío para vagar eterna y perpetuamente en medio de lo desconocido…

  • Ve, anda, conoce… descubre -mencionó uno de los seres, como demostrando que su sabiduría era mas sobresaliente al manejar todo tipo de idiomas y de dialectos universales…

Una vez que terminó de decir aquellas palabras, el alienígena cerró y selló la puerta para siempre, para que nunca más se volviera a abrir… Egon una vez que dio una última mirada a la entrada de su prisión, decidió dar media vuelta y perderse en medio de la majestuosa oscuridad…

— Via Creepypastas

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