Demonios de Navidad

Berenice
Berenice

Aunque para muchos la temporada navideña está asociada con Papa Noel, renos y cosas bellas, no debemos olvidar que también es época de monstruos y demonios a veces aun más aterradores que los del mismo Halloween. La mayoría de ellos son más bien acompañantes de Papá Noel con el único propósito de castigar a aquellos niños que no se han portado bien.

Ya que Santa Claus no es capaz de castigar a los niños sin importar lo mal portados que sean, hay muchos personajes dedicados a esta tarea, no basta simplemente con entregar un pedazo de carbón, hay que castigarlos de manera ejemplar, así que si alguien ha llegado a la lista de los chicos malos esto es lo que le espera:

Antes mencionamos algo sobre el Krampus. Es la imagen misma del Demonio que muchos de nosotros conocemos. Tiene largos y afilados colmillos, ojos tan rojos como brasas, cuernos anillados, está cubierto de pelo y tiene patas de cabra. Se anuncia tocando una campana, llevando en su espalda un cesto grande donde mete a los niños para llevárselos al infierno.

“Père Fouettard” o “Padre Látigo”: Muy parecido al conocido hombre del saco, de origen Francés. Cuenta la leyenda que este hombre raptó y se comió a tres niños, pero San Nicolás logró traerlos a la vida. Y viaja ahora acompañando a Papá Noel para azotar a todos aquellos niños que no hicieran caso a sus padres.

El Siervo Ruperto” , de Alemania es muy parecido al “padre látigo”, pero menos bruto. Es un criado de San Nicolás que pregunta a los niños si han sido buenos. Si a alguno de ellos se le ocurre responder que no, Ruperto le azota con un saco lleno de cenizas.

El Tomte escandinavo , es un duende, muy pequeño y anciano, que tiene una larga barba blanca, va vestido de granjero y tiene solo un ojo. Fue un ser maligno que gustaba de hacer bromas pesadas, molestaba al ganado y martirizaba a las familias que no le regalaban cosas.

“Pedrito el negro” es un diablillo casero, que acompaña a San Nicolás en Holanda. San Nicolás logró amaestrarlo para convertirse en su sirviente.

El más rebelde es Jólaköttur o gato de Yule de Islandia. Este gigantesco y monstruoso minino fue la mascota de una familia de trolls, tiene unos horribles ojos de fuego. Como todos los gatos es muy friolero, así que se pasea las noches de navidad buscando casas calientes donde refugiarse y de paso, cazar a sus presas: los niños que no hacen sus deberes. Para ahuyentarle hay que vestir ropa nueva porque el gato de Yule cree que esos son regalos por haber sacado buenas notas, así que el niño o niña que lo viste ya no puede ser considerada como una posible cena.

Si has sido bueno no hay nada que temer, pero si te has portado mal, olvídate del pedazo de carbón, y espera la visita de alguno de estos sirvientes de San Nicolás. Recuerda que esto no es aplicable solamente a los niños, sino a todos aquellos que esperan recibir un regalo esta Navidad.

Más relatos interesantes en: Leyendas y cuentos de terror

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