Come play

Era el año 2012 y el famoso juego online Club Penguin había alcanzado una enorme suma de cuentas registradas. Al ver esto, Lance Priebe y Lane Merrifield (creadores del juego) necesitaban nuevas ideas para los siguientes eventos del juego, puesto que varias fiestas, como la kermes y el carnaval medieval, eran casi las mismas a las de años pasados.

Yo era un programador en los Estudios Online de Disney en Canadá (los estudios que desarrollaban y distribuían a Club Penguin), y disfrutaba viendo a todas esas personas trabajar, puesto que siempre me han gustado los niños, las caricaturas y los MMORPG, y Club Penguin era una hermosa combinación de todo ello.

Sucede que un día Lane Merrifield me envió la siguiente carta:

“Te veo mañana en mi oficina, atte: Billybob”.

Sabía que Billybob era su pingüino, me emocioné y a la mañana siguiente fui con él en los estudios. En su oficina estaban otras 5 personas para mí desconocidas, Merrifield nos dijo que estaban preparando el supuestamente “mejor evento que el juego haya tenido”, y aunque dicha fiesta estaba programada para el siguiente año necesitaba probarlo de una vez por si hay algo que necesitaban arreglar o algo que necesitaran “destruir”.

La idea me encantó. Merrifield nos dijo que nosotros 6 lo probaríamos en un servidor privado llamado “Come play”, también mencionó que dicho servidor solo estaría abierto a la media noche, pues según él se podría entrar a través de cualquier computadora buscándolo en lo “más profundo” de la web (deep web), y que para evitar a cualquier persona que no sea nosotros cinco entrara necesitábamos conectarnos a una hora donde casi nadie entra a esa parte de la web.

Le pregunté a Lane si era la llamada “Club penguin beta” (donde prueban los mini juegos); sin embargo, él me dijo que era una página muy diferente a esa. Tras toda esa explicación, nos dio una hoja en donde venía anotado un link.

Diez minutos antes de la media noche decidí conectarme, mi esposa dormía en nuestro dormitorio y yo estaba en la computadora de mi sala.

Escribí en la barra de navegación el link, inmediatamente el antivirus de mi computadora detectó una amenaza. No me importó y continué, llegué a una página de inicio similar a la de Club Penguin, sin los apartados de blog, cosas que hacer, socios, etc., solamente estaba el apartado de “jugar”.

Le di clic ahí, y comencé sesión con mi pingüino (sí, tengo uno), y cuando llegué a la parte de escoger un servidor vi que solo había uno, el cual era “Come play” tal y como había dicho el señor Lane Merrifield.

Entré en ese servidor y el juego tardó en cargar más de lo normal.

Mi pingüino apareció en medio del centro en donde está el disco, el café y la tienda de ropa. Me di cuenta de que no estaban los íconos de periódico, ni el de los moderadores, solo la barra de chat, el teléfono espía y el mapa.

Otra cosa extraña es que no estaba adornado, y eso que supuestamente era la prueba de una celebración, y en cada fiesta hay decoraciones, lo único especial que vi fue que el cielo estaba nublado y aparte era de noche.

Por alguna extraña razón el centro estaba mal dibujado, como si estuviera hecho a mano, y a calidad de imagen era pésima, lo único normal era mi pingüino, sin embargo en su played card aparecía con una cara triste.

Como no vi a nadie conectado todavía decidí dar vueltas por la isla, pero todas las salas tenían una pésima calidad y sin adornar, similar a la del centro. Entré en los edificios y estaban igual de mal que afuera. También traté de jugar varios minijuegos como “olas con onda”, sin embargo había una especie de bug que me impedía jugarlos.

En fin, decidí ir a mi iglú, el cual estaba completamente vacío, no tenía mis puffles ni mis muebles. Me molesté un poco, pero después decidí volver a la ciudad.

Me extrañé ver que nadie había llegado todavía, me desesperé y quise desconectarme, pero de pronto sucedió algo extraño, mi teléfono espía sonó, le di clic y descubrí un mensaje anónimo que decía: “VEN A LA EPF”.

“De seguro ya llegaron”, pensé.

En cuando llegué a la EPF fue cuando comenzaron las cosas extrañas, vi escrito con rojo en las paredes del lugar la leyenda “COME PLAY” y a una flecha señalando a una puerta que nunca antes había visto.

Entré por ahí, se tardó mucho en cargar, y me hubiera gustado que nunca hubiera cargado, porque vi algo horrible. El cuarto era oscuro y no había una puerta que me llevara de vuelta a la EPF, solamente una puerta que me llevaba a una sala todavía más profunda, como deseo jamás haber entrado ahí.

Esa extraña sala era más oscura que la anterior, pero alcancé ver a los pingüinos de los otros jugadores que había llamado Lane, estaban dibujados de una forma horrorosa, mutilados y en medio de un charco de sangre.

Fui tan estúpido que decidí darle clic a uno de ellos. En su Played Card estaba la imagen del dueño de ese avatar, estaba sin ojos, desollado y tendido en una especie de asfalto.

Quise vomitar, y en cuanto cerré esa tarjeta, un vídeo se abrió, eran imágenes con fusas de fetos abortados, niños muertos y animales maltratados combinadas con las de los personajes de Club Penguin muertos y ensangrentados. Pude ver a Rockhopper, Tía Artic, Rockie, Candace, al Sensei, La Penguin Band, entre otros: parecían haber sido asesinados de una forma horrible. El único que alcancé a ver vivo fue a Gary, el cual tenía una sonrisa.

Gary estaba lleno de sangre y en la pared de su laboratorio estaba escrita la frase: “COME PLAY”. Gary me dirigió la mirada y empezó a avanzar hacia mí. No aguanté más y desconecté la computadora.

Salí afuera a tomar aire fresco. Grave error. Oí gritar a mi esposa y entré corriendo a mi casa para ver qué pasaba. Por desgracia era demasiado tarde, mi esposa estaba muerta y con su sangre habían escrito en la pared “COME PLAY”. El maldito que la asesinó huyó por la ventana.

Llamé a la policía. En cuanto llegaron los oficiales les conté la verdad, me tomaron de loco y terminé en un maldito manicomio. Desde entonces sigo soñando con ese suceso y con la maldita imagen de Gary y con la frase “COME PLAY”. Hace poco escapé de ese sitio, no supe nada de mis compañeros, solo supe que el tal Lane Merrifield había renunciado de Club Penguin…

¿Por qué habrá sido?

— Via Creepypastas