America Ochoa
América Ochoa era una niña de trece años muy famosa y popular. En especial en su escuela, que quedaba en Torreón Coahuila, donde conoció a su novio del mismo curso, llamado Tadeo, que vivía en Parras, Coahuila.
Tenía llamadas muy a menudo con su novio, a quien todos llamaban Tadeo. Excepto ella, ue le decía por su segundo nombre “Pedro”. Su amado solía tener la extraña habilidad de que sus sueños se volvían realidad de alguna u otra forma.
Un día, Tadeo decidió pasar las vacaciones en Torreón, en la casa de su primo Oswaldo. El cual América no conocía o ignoraba su existencia, ya que apenas sabía en casa de quién se iba a quedar su novio, el cual se refirió a su primo como “Oswaldín”.
Esa misma noche, Tadeo tuvo una pesadilla en la que un ser perturbador e indescriptible se la aparecía a su novia. Él, ni lento ni perezoso, y siendo creyente de las supersticiones: se lo dijo a su novia por videollamada, advirtiéndole. Sin embargo, América se burló creyendo que le estaban jugando una broma.
Para sorpresa de la joven, estaba sola en casa. Empezaba a asustarse un poco, pero decide seguir hablando con Tadeo mientras extravagantes ruidos suenan entre las paredes de su casa. Empiezan a hacer chistes y a divertirse, como lo harían unos niños. Y entonces, Oswaldo interrumpe la llamada, es ahí cuando los ruidos empiezan a ser más fuertes, cuando los tres los escuchan. América no tarda en quebrar en llanto y repitiendo constantemente que tiene miedo.
—Yo te voy a proteger, no tengas miedo— dice Tadeo sonriendo a la cámara.
—¡Oye, Tadeo, échate un pedo y ponle la canción del América!
Su novia se enojó muchísimo y cortó la llamada. Tadeo a su vez, la pagó con su primo, pensando que su estupidez le quitó la llamada. Ocupado con su pelea, ambos familiares tardan en darse cuenta que la laptop empieza a fallar, apagarse y encenderse.
La llamada de América seguía, solo que en la cámara ya no salía ella, sino una dirección escrita con sangre, una que ninguno de ellos conocía pero no tardaron en investigar; era de una casa cercana a un centro comercial, los dos se escapan del hogar de Oswaldo y deciden ir a buscar a América.
Entran a su casa fácilmente, la puerta estaba abierta. La casa estaba machada de sangre, como si ahí hubieran hecho una masacre. Tadeo, quedando perturbado se pone a llorar, y su primo Oswaldo, empieza ponerse nervioso.
Proponiendo buscar a América en la casa, Oswaldo ayuda a su primo, el cual desaparece repentinamente.
—¡América…!— nadie respondía— ¡América…! — seguían sin responderle, Oswaldo empezaba a ponerse nervioso.
Abre la puerta de un clóset, y cae el cuerpo de la chica.
—América…— llena de cortes e inconsciente atrapada dentro de un clóset. Sin embargo, no parecía ella, estaba distante sin recordar nada de lo sucedido. Aunque al ver la sangre por toda su casa, se pone a llorar, y solo pregunta dónde está Tadeo.
Ninguno sabe dónde está, y ambos empiezan a asustarse. Una sombra se mueve por detrás de ellos, y no tardan mucho en notar su presencia. Sin embargo, esta vez, es Tadeo.
—Acabo de encontrar a América.. está…— y mira a su primo y a su “novia”, la cual empieza a reírse de una forma desquiciada, mientras las luces empiezan a estallar. Una voz gutural se escucha, los muebles empiezan a vibrar y a sacudirse, mientras que el cuerpo de la joven se alzaba en el aire, con la mirada impávida de Tadeo y Oswaldo.
—No debiste haber dicho mi nombre tres veces…
La policía llega a la escena, y solamente encontró dos cadáveres llenos de sangre, en una casa destrozada.
— Via Creepypastas